sábado, 21 de febrero de 2015

Ingredientes peligrosos: ¿el pan nos está enfermando?

El pan ha sido parte de nuestra alimentación desde tiempos bíblicos, sin embargo en los últimos años se ha convertido en uno de los alimentos menos saludables que invaden los pasillos de los supermercados. Recientemente Subway anunció que retiraría un ingrediente de sus panes (azodicarbonidamina) debido a qué se hizo público que ese ingrediente es también utilizado para hacer tapetes de plástico (como los utilizados para hacer yoga) y la suela sintética de los zapatos entre otros productos.

sgraciadamente este ingrediente NO es solo utilizado por la cadena Subway. Prácticamente todos los panes comerciales tienen ese y otros aditivos que dañan nuestra salud. Además de que utilizan la parte del trigo que tiene la menor nutrición y la mayor cantidad de gluten. Esto quizá este ligado al creciente aumento de las alergias o intolerancias al gluten y la diabetes.
Para acelerar el proceso en la producción del pan se utilizan harinas con partículas extrafinas, a diferencia de cómo se producía el pan años atrás. Esas partículas se absorben tan rápido como el azúcar o el jarabe de maíz alto en fructosa, lo que ocasiona picos en los niveles de azúcar después de su consumo. Esto no ocurre con panes preparados con el método tradicional o de manera casera utilizando harina triturada en piedra.
Antes que el pan se hiciera de forma masiva por grandes empresas, el proceso podía tomar hasta 18 horas. Este proceso en el que la harina se fermenta ayuda a que el gluten sea más fácilmente digerido por los humanos – aún para aquellos que son sensibles al gluten. En la actualidad, gracias a que existen levaduras comerciales, los panaderos no necesitan esperar 18 horas a que el pan fermente. Ellos pueden producir cantidades masivas de pan en cuestión de minutos. No es de sorprender que en la actualidad 1 de cada 100 personas sufre de enfermedad celiaca y también una inmensa mayoría presenta síntomas de sensibilidad al gluten como son malestar estomacal, colitis, migraña, fatiga cuando consumen pan.
Y como si el abuso a la salud por la harina que se utiliza no fuera suficiente, los aditivos que se agregan en la preparación comercial del pan son una amenza para la salud también. Ingredientes como la azodicarbonamida , el bromato de potasio, los colorantes y otros aditivos empleados se han visto ligados a enfermedades como alergias, asma, cáncer, esclerosis entre otras.
Otro punto importante es la cantidad de pan que ahora consumimos. Se cree erróneamente que la base de la alimentación son los cereales y panes por lo que el consumo de pan ha ido en aumento en proporciones desmedidas, cuando anteriormente solo se consumía cuando era preparado en casa o en ocasiones especiales. Si bien no podemos retroceder el tiempo, SI podemos decidir lo que ponemos en nuestra boca y la de nuestra familia. Aún es posible disfrutar del pan que tanto te gusta de manera saludable siguiendo unas simples recomendaciones:
1.-Consume pan de manera esporádica y prefiere consumir pan de granos enteros y masa madre (sourdough). Este tipo de pan es más fácil conseguirlo en una panadería tradicional que en las cadenas de supermercados. Normalmente no tiene etiqueta y dura solo un par de días ya que no tiene conservadores ni aditivos.
2.- Lee los ingredientes y asegúrate que el pan que consumes regularmente no contenga azucares y aditivos como colorantes y conservadores añadidos. Si tiene más de 5 ingredientes y además no puedes pronunciar o no entiendes lo que esos ingredientes significan lo más seguro es que no sean saludables. No lo consumas!
3.- Aprende a hacer pan casero no solo es muy sencillo es también mucho más económico y puedes estar seguro de la calidad de sus ingredientes. Hacer pan no es tan difícil como parece, puedes hacerlo de forma tradicional o bien usar una máquina para hacer pan en la que solo agregas los ingredientes y te despreocupas.
Aquí te dejo una receta de pan casero tan fácil de hacer que no querrás volver a comprar pan comercial jamás.
Ingredientes:
1 taza de agua tibia ( el agua muy caliente puede matar a la levadura por lo que te recomiendo usar ¾ taza de agua caliente y ¼ taza de agua fría para garantizar que la temperatura no altere a la levadura)
1 Cda de Levadura activa
2 Cdas de miel
2? tazas de Harina o Harina para pan
1 cdita de sal
1 cda de aceite de oliva ( o mantequilla derretida)
Instrucciones:
En una licuadora mezclar a velocidad baja y pulsando únicamente el agua, levadura y 1 cucharada de miel. Dejar reposar 5-10 minutos (* Puedes utilizar una batidora con el aditamento para el pan ej: Kitchen Aid aunque si no la tienes no importa)
- Después del reposo agregar sal, la otra cucharada de miel y el aceite de oliva y mezclar.
- Agregar el harina a la mezcla anterior, pero hacerlo poco a poco (1/4 de taza a la vez) y seguir pulsando con la licuadora o batidora hasta que esté todo combinado.
- En un recipiente tapado permitir que repose por 10 minutos.
- En una superficie enharinada amasar hasta formar un rectángulo en forma de pan.
- Poner en un molde de pan de 9x5 y dejar reposar en un lugar templado de 20 a 60 minutos, hasta que el pan este 1- 2 pulgadas por encima del molde.
- Precalentar el horno a 175ºC y hornear por 20-25 minutos o hasta que esté dorado.
- Permitir que se enfríe muy bien antes de cortarlo.
Ecoportal.net
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Comunidades de Transición: Preparándose para el fin del Petróleo

Un cambio de forma de vida requiere de un cambio en la emoción que nos impulsa. Iniciativas como las comunidades en transición hacia un mundo más resiliente nos invitan a pasar de la rabia que nos produce la lucha contra el sistema a impregnarnos de la energía creadora de ser parte de proyectos que sean el cuerpo del cambio que queremos ver en el mundo.

ecologistas y ambientalistas han realizado una lucha – completamente justificada- por hacer evidente la devastación que nuestrosistema de vida está causando en el planeta y en los seres que lo habitamos.
Muchas veces estas campañas se han centrado en el terror del cambio climático, de la escasez de comida, de la extinción de miles de especies, del agotamiento de los recursos, de la muerte de miles de personas por la irresponsabilidad de un crecimiento sin límites, pero a pesar de que se ha logrado crear consciencia, pareciera que nos cuesta mucho realizar pequeños cambios en nuestro estilo de vida para evitar la catástrofe.
Esto tiene una posible explicación desde la propia psicología de los seres humanos: Nos cerramos a lo negativo y somos inmediatistas; tendemos a evadir lo problemático y somos muy malos para cambiar una conducta actual por los posibles daños futuros que esta puede provocar.
Así es como fácilmente nos evadimos de la preocupación del derretimiento de los glaciares y salimos a pasear en nuestra camioneta gigante que rinde menos de 10 kilómetros por cada litro de petróleo que consumimos.

Renovación de conceptos

Rob Hopkins, fundador del movimiento “en transición” a nivel mundial, ha propuesto dejar de centrarnos en lo ecológico o sustentable de nuestros sistemas para pasar a focalizarnos en la vulnerabilidad o resiliencia de las comunidades en que vivimos.
Si aplicamos esta premisa en un supermercado, por ejemplo, dejaremos de preocuparnos simplemente del consumo energético de los frigoríficos o del gasto eléctrico de la iluminación, para comenzar a mejorar la cadena de abastecimiento de nuestros alimentos. ¿Cómo es posible que dos tercios de los alimentos que consumimos hayan viajado más de mil kilómetros? ¿Cuán seguro es que en nuestros abastecimientos tengamos reserva solo para dos días de comida en caso de que falle el transporte que los trae desde tan lejos?
De esta forma, podemos pasar de pensar en el cambio climático y sus efectos a veinte años para poner énfasis en la vulnerabilidad de nuestros sistemas actuales, que no están preparados para ninguna eventualidad, porque se basan en la falsa premisa de que los sistemas de transporte y comunicaciones globales estarán siempre disponibles.
La motivación de esta toma de consciencia no es entrar en pánico y comenzar a dar vueltas en círculos gritando, sino, por el contrario, comenzar a dejar de pensar en estas soluciones globales e ir estableciendo soluciones locales, eficientes y resilientes.

¿Por qué el petróleo?

Durante miles de año la humanidad soñó con tener el poder de realizar grandes hazañas, y así lo reflejan nuestros cuentos: Botas de siete leguas para viajar rápidamente, duendes laboriosos que hicieran el trabajo mientras dormíamos y calderos que producían comida por tiempo indefinido.
Todos estos sueños se hicieron realidad con un concentrado de energía solar destilado durante millones de años que surge desde el fondo de la tierra con un espeso color negro: El petróleo.
Confundir a los niños
Mucho impacto me causó una frase del libro Energía para conocer, decidir y proteger dirigido a los estudiantes de nuestro país, elaborado por la Universidad Católica en conjunto con GDF Suez Energy, que señala: “Aunque con frecuencia se habla del agotamiento de las reservas de combustibles fósiles, estas siguen aumentando debido a la constante búsqueda de nuevos yacimientos, al desarrollo de modernas técnicas de extracción, y a la continua alza del precio de los combustibles que hacen rentables reservas que antes no eran económicas”.
El indicar que la reservas de combustibles fósiles siguen aumentando es complemente contradictorio con los datos duros actuales y, al señalar que el alza de precios favorece este aumento, se deja entrever que claramente no se está pensando en soluciones para la mayoría, sino solo para quienes son capaces de pagar los disparatados costos que se prevén para el petróleo a futuro.
Finalmente, el libro, pese a que hace un recorrido por una gran cantidad de fuentes de energía renovable y no contaminante, termina concluyendo que la mejor solución para el futuro es: La energía nuclear.
Un solo litro de esta mágica sustancia puede mover máquinas y con ello producir el equivalente a una persona trabajando durante 35 días. Este oro negro ha reducido el planeta entero a un viaje posible de realizar en algunas horas, ha puesto a funcionar fábricas inagotables de productos que permitieron el apogeo de la segunda revolución industrial y, con ello, han hecho resplandecer nuestras grandes ciudades.
Toda nuestra economía globalizada solo es posible con petróleo barato y mano de obra casi esclava; sin estos elementos es impensable la idea de que nuestros teléfonos celulares sean fabricados en China con materias primas africanas para compañías norteamericanas, para ser envasados en el sudeste asiático, enviadas a América para ser vendidas en Chile por una compañía europea.
Hemos basado toda nuestra sociedad ysistema de vida a partir de la ilusoria idea de que el petróleo no se agotará nunca, que por siempre podremos traer frutas desde el otro lado del planeta para nuestro desayuno. Pero esto no es verdad.
En el año 2006 el petróleo llegó a su máximo peak de producción y, desde entonces, ha comenzado a descender, a pesar de que algunos libros “educacionales” digan lo contrario (ver recuadro). Actualmente solo encontramos 1 barril de petróleo por cada 4 que consumimos, y la tasa va disminuyendo.
Por lo tanto, es completamente necesario que nos replanteemos este estilo de vida basado de manera absoluta en el petróleo para generar sistemas que nos permitan mantener o aumentar nuestra calidad de vida cuando esta mágica sustancia deje de estar disponible. Esta es la idea de las comunidades entransición.

Las bases de la resiliencia

Un principio fundamental de las comunidadesen transición es que no existen recetas. Cada comunidad tiene realidades diferentes, personas distintas y necesidades propias, por lo tanto, cada cual, en conjunto, debe desarrollar su propia solución. Pero hay algunas ideas que ya han funcionado en las más de mil comunidades en transición (registradas oficialmente) que existen a lo largo del planeta:
- Plantar comida: No tienen ningún sentido que traigamos nuestros alimentos desde el otro lado del planeta si podemos hacerla crecer en nuestra comunidad. Y no se trata solo de hacer huertos personales o comunitarios, sino de activar las redes locales con los granjeros que son parte de nuestras propias comunidades o que tienen sus plantaciones cerca de éstas. Si hacemos acuerdos directos con ellos, asegurándoles cierto nivel de ventas anuales, podemos ayudarlos a que transiten hacia formas de producción más sanas y más limpias.
- Cervecerías de y para la comunidad: Es una excelente forma de generar ingresos para la comunidad, evitando que el dinero se vaya hacia grandes conglomerados comerciales.
- Panaderías de y para la comunidad: Algo tan necesario como el pan puede ser fabricado por la propia comunidad que la consumirá. De esta forma se generan ingresos y se mejora la calidad del producto.
- Construir relaciones en la comunidad: El trabajo voluntario puede agotar a cualquiera, por eso es necesario construir relaciones firmes al interior de la comunidad para que se apoyen mutuamente en este proceso de construcción de comunidad.
Transición calle a calle: Hacer cambios en una comunidad puede ser muy ambicioso para lograrlo de una sola vez; por eso, se propone hacer el cambio calle a calle. Con la ayuda de toda la comunidad se crea paso a paso la realidad que deseamos.
- Plantas de energía administradas por y para la comunidad: Una de las formas más importantes de resiliencia de una comunidad es su autonomía energética. Todas las familias gastamos verdaderas fortunas mes a mes en las cuentas de electricidad. Si entre todos realizamos las inversiones adecuadas, podemos crear plantas de generación de electricidad limpia y que además produzcan ganancias para la comunidad.
- Re-economía: Todos estos proyectos provocan cambios importantes al interior de las economías locales, generando más empleos que las grandes cadenas, fabricando productos más sanos para los consumidores y para el medio ambiente y mejorando la calidad de vida al interior de las comunidades. Se puede generar formas de intercambio alternativo, como el trueque y los bancos de tiempo, e incluso hay algunas comunidades que han decidido crear monedas locales para evitar la fuga de recursos.
Para crear una comunidad en transición solo es necesario que dos o más personas tengan la iniciativa y se la presenten a su comunidad. Esto no es un trabajo aislado, debe hacerse en conjunto, y la experiencia hasta el momento muestra que cuando esto se presenta a nivel de municipalidades y a nivel vecinal tiene muy buena acogida, tanto por el aparato gubernamental, que cuenta con fondos para invertir en desarrollo comunitario, como por parte de los ciudadanos, ya que casi todos hemos sido agotados por un sistemaeconómico y social que nos está carcomiendo y, por lo tanto, estamos buscando alternativas para vivir mejor.

Cambiar la emoción

Pero el cambio no se trata solo de pasar de tener un basurero a tener 4 diferenciados para el reciclaje; también consiste en dejar de pelear contra un sistema inamovible; en dejar de tener miedo y rabia, para comenzar a sembrar felicidad, para construir el sistema que queremos, para volver a conocer a nuestros vecinos y juntos crear la sociedad que deseamos.
Desde mi punto de vista, se trata de cambiar una sociedad basada en la competencia y el miedo a una sociedad basada en la colaboración y el cariño, comprendiendo que somos parte de un sistema integral, y que en la medida que más nos asemejemos al funcionamiento de los sistemas naturales, menos energía extra necesitaremos para funcionar, y por lo tanto, seremos más resilientes y, además, viviremos mejor. Ecoportal.net
Se puede encontrar más información en el sitio web: http://www.transitionnetwork.org/
Somos

10 razones por las que no necesitas comer animales

1.- En los años 70, se llevaron a cabo numerosas investigaciones que demostraron que las dietas de bajo contenido graso, previenen las enfermedades cardiacas. La dieta vegetariana posee estas características, pudiendo además, revertir dichas males.
2.- Las grasas vegetales polisaturadas tienden a disminuir la presión arterial, mientras que las grasas animales la eleva.
3.- Es una buena medida para prevenir el cáncer por la cantidad de fibras presentes en la alimentación vegetariana; al facilitar la expulsión de los residuos alimenticios, se eliminan las toxinas, previniendo así el cáncer del colon. También hay muchos vegetales como el brócoli, repollitos de bruselas, la coliflor, el ajo y otros, que contienen alimentos anticancerígenos.
4.- La pasta sin carne contiene gran cantidad de carbohidratos y es el alimento preferido de los corredores porque produce una energía lenta y sostenida sin exceso de grasa o de calorias.
5.- Mientras más frutas, vegetales y cereales coma, mayor cantidad de nutrientes tendrá su organismo. Una dieta vegetariana variada y debidamente equilibrada, aporta los niveles necesarios en nutrientes que su organismo necesita.
6.- La dieta basada principalmente en cereales, vegetales y frutas, ayuda a controlar la diabetes. Los asiáticos y polinesios llevan una dieta similar y los casos de diábetes entre esta población son raros; pero cuando adoptan el modo de alimentación Occidental, los casos de diabetes se vuelven mas numerosos con las complicaciones frecuentes, como la arteriosclerosis.
7.- Los platos basados en vegetales son mas económicos, en cuanto a los costos de la frutas, piense que se está ahorrando las cuentas médicas.
8.- Las pastas y cereales son buena fuente de energía, recomendada sobre todo por los atletas y los fisioculturistas, para construir músculos y aumentar la resistencia. Contra lo que generalmente se cree, la dieta vegetariana no es pobre en proteínas.
9.- Aumentará sus conocimientos en nutrción al tomar interés en cambiar sus hábitos alimentarios y recurrir a la literatura existente sobre vegetarianismo.
10.- Es una alimentación completa Porque todos los nutrientes que el organismo necesita se encuentran en el reino vegetal; las vitaminas, los aminoácidos y los minerales están presentes en los vegetales.
La sola alimentación no es suficiente...
Tan importante como una adecuada alimentación, es el equilibrio emocional que debemos mantener para permanecer saludable. Algo difícil de lograr en esta época convulsionada, pero es necesario recurrir a los recursos que tengamos a mano para conseguirlo. Debemos empezar por revisar nuestra actitud frente a la vida y evitar el hábito de la prisa, propio de las grandes ciudades, que solo consiguen alterarnos los nervios, producirnos ansiedad, angustia y estress, desmejorando nuestra calidad de vida con repercusiones negativas para nuestro organismo. EcoPortal.net